lunes, 22 de febrero de 2010

Oración para bendecir el dinero


Con este bien se haga el bien. Que circule y regrese a nosotros multiplicado en el nombre de la Divinidad así sea y así será. En la infinidad de la vida en donde me encuentro todo es perfecto, pleno y completo. Soy uno con el poder que me creo, estoy totalmente abierto y receptivo a la abundante corriente de Prosperidad que el Universo ofrece.

Todas mis necesidades y deseos son satisfechos aun antes de pedirlos. Soy guiado y protegido por la Divinidad y opto por aquello que me beneficia, me regocijo ante el éxito de otros, a sabiendas de que hay suficiente para todos nosotros. Constantemente incremento mi conocimiento consiente de la Abundancia y esto se refleja en mis ingresos constantemente incrementados, mi bien proviene de todas partes y de todos. Todo está muy bien dentro de mi mundo.

Campo universal de energía

Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una entidad única. Esto implica ver todas las cosas del mundo, ver a todas las personas del mundo y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros. Tú y yo somos lo mismo.

Todo es lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo.


Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.


Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales.

Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de atemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.

A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros.

¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características.

Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos de nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.

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