viernes, 6 de noviembre de 2009

PROGRAMAS DE TV, RADIO E INTERNET


MTRA. GLORIA ROCIO BENAVENTE LARIOS
Máster en programación neurolingüística

Correo electrónico.
rocio_benavente@hotmail.com
rbenaven@siu.buap.mx

Pagina web.
www.ytuquecuentas.com

Programa tv y radio por internet en vivo lunes a viernes 12 pm
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Todos los lunes 9.20 am TV Sicón canal 26 puebla en Vive Mejor

lunes en 105.9 FM en vivo en programa Celebra Vida
También
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martes, 3 de noviembre de 2009

Monólogo de la mujer moderna




Este tema me parece perfecto para ponerlo de ejemplo para ese grupo de mujeres que no soportan la liberación femenina y añoran la paz y la armonía del hogar porque su vocación es la familia, y ahora en esta época esa vocación la han hecho a un lado por las exigencias sociales y económicas.

Esto va llevando a la desintegración de la familia lamentablemente así que:

Son las 6:00 a.m. el despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared, estoy acabada, quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc. si tuviera un perro, lo pasearía por los alrededores. Todo, menos salir de casa, meter primera y tener que poner el cerebro a funcionar.

Me gustaría saber quién fue la bruja imbécil, la matriz de las feministas, que tuvo la grandiosa idea de reivindicar los derechos de la mujer, y por qué hizo eso con nosotras, que nacimos después de ella.
Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas, decorando la casa, podando árboles, plantando flores, recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos. La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina.

Y después se puso mejor, teníamos servidumbre, llego el teléfono, las telenovelas, la píldora, la tarjeta de crédito, ahora el internet!

¡Cuántas horas de paz!

Hasta que vino una tontita, a la que por lo visto no le gustaba el corpiño, ni dedicarse al hogar, vino a contaminar a varias otras rebeldes inconsecuentes con ideas raras sobre 'vamos a conquistar nuestro espacio'.

¡Qué espacio ni qué la!

Si ya teníamos la casa entera. Todo el barrio era nuestro, el mundo a nuestros pies. Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de nosotras para comer, vestirse...y ahora... ¿donde están, dónde?

Acabamos muertas ni hacer el amor queremos, nos duele la cabeza, argumentamos mil tarugadas por cansancio.

Ahora ellos están confundidos, no saben qué papel desempeñan en la sociedad, huyen de nosotras, como el diablo de la cruz, les damos miedo, tanta independencia acabo por hacerlos huir.

Ese chistecito, acabó llenándonos de deberes. Y lo peor de todo, acabó lanzándonos dentro del calabozo de la soltería crónica aguda.

Antiguamente los casamientos duraban para siempre. Y ahora si te divorcias hasta hay que mantenerlos a los @#%&&&"#!

¿Por qué, díganme por qué, la liberación femenina? Que sólo necesitaba ser frágil y dejarse guiar por la vida, comenzó a competir con los machos...

Miren el tamaño del bíceps de ellos y miren el tamaño del nuestro. Estaba muy claro, cada quien en su sitio desde Adán y Eva, liberación femenina.

No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba, pero con bubis y trasero durito y bien parado, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio, además de morirme de hambre, ponerme hidratantes, anti arrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a todas horas, y demás armas para no caer vencida por la vejez, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas, que las canas son peor que la lepra; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo, tener que resolver la mitad de las cosas por el celular, instalarme todo el día frente al PC trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo problemas uno detrás de otro, que además ni son mis pinches problemas.

Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor, claro, porque para llorar de amor, ni tiempo hay). Y mira que teníamos todo resuelto.

Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, doctorados y especialidades.

Nos volvimos 'súper mujeres' pero seguimos ganando menos que ellos y de todos modos nos dan órdenes o pretenden hacerlo.

¡Ya basta!